Las canciones de los boliches
Me tomé unas vacaciones, hace un par de meses que no publico ni reseño nada. La semana pasada, me llegó información sensible, la venta de libros cayó un 20% ¿casualidad? No lo sé. Así que me propuse lo siguiente, voy a reseñar dos libros por semana, por el tiempo que me dé el cuero, para ver si con eso, ustedes, LECTORES, se animan, rompen el chanchito y van a comprar los libros que les recomiendo. Si esto no funciona veremos que otras medidas tomar.
Hoy les traigo: Las canciones de los boliches de Gustavo Yuste, editado por Santos Locos.
Poesía.
Gustavo pinta el retrato de una generación que convive con la constante búsqueda de vaya a saber uno qué, en este mundo donde todo está al alcance de un click, el poeta nos muestra que también al alcance de un click está la posibilidad de perderlo, de perder eso que uno tanto buscó. Este libro, de tinte melancólico, se centra en la cotidianeidad. Mientras lo leía sentía pasar delante de mis ojos el álbum fotográfico de mis veintidós años, los viajes en subte, los supermercados chinos, las canciones de los boliches, que uno no sabe si están puestas para que te quedes o te vayas.
Dentro de la obra destaco Marianela, Supermercado chino, Espejo y Tener miedo, escritos con los que me sentí muy identificado, imágenes que conozco a la perfección.
Para despedirme quiero dejar como cita un fragmento que más que un fragmento es un manifiesto. Es lo que todo escritor sabe sobre su oficio, la muerte esperándote a la vuelta de la esquina.
La Zanahoria.
Ahora que tengo 20
Se lee a los poetas de 30 años
Como la “poesía joven”.
Cuando tenga 30
Se va a leer a los poetas de 40 años
Como los “autores consagrados”.
Cuando tenga 40
Se va a leer a los poetas de 50 años
Como los “clásicos”.
Cuando tenga 50
Se va a leer a los poetas de 20 años
Que vienen a renovar a la poesía
De autores acabados, viejos y aburridos
Como yo.